ALFABETIZACIÓN CIENTÍFICA EN DOCENTES UNIVERSITARIOS DE CIENCIAS DE LA
SALUD
SCIENTIFIC
LITERACY IN UNIVERSITY TEACHERS OF HEALTH SCIENCES
Tania Belú Castillo Cornock 1
RESUMEN
Objetivo: Determinar el nivel de
alfabetización científica de los docentes universitarios de Ciencias de la
Salud. Material y métodos: Se evaluaron a 135 docentes. La investigación fue
descriptiva transversal, desarrollada en el 2015. Se utilizó un cuestionario
cuya validez se obtuvo por juicio de expertos y su confiabilidad mediante una
prueba piloto. Para la comparación de las variables de estudio se usaron las
pruebas estadísticas de U. Mann Withney, y de Kruskal
Wallis con una significancia del 5%. Resultados: El nivel de alfabetización
científica fue de regular (45.9%). Los docentes
precisan una percepción alta de sus conocimientos de búsqueda de información
con herramientas digitales. El 25.9% indicó que aprendieron a buscar
información en clases universitarias y el 25.9% son autodidactas. El 34,8%
busca la información en Google. Un 38.5% busca información científica para
preparar sus clases o ponencias. Se encontraron diferencias significativas por
sexo, por generación y por profesión, más no, por grado académico, por
especialidad y por año de egreso. Conclusión: Se concluye que los docentes
universitarios de Ciencias de la Salud poseen un nivel de alfabetización
científica regular, recomendándose programas de capacitación y actualización.
Palabras Claves: Alfabetización científica, Docencia universitaria, Educación superior
(Fuente: DeCS)
SUMMARY
Objective: To determine the level
of scientific literacy of university teachers of Health Sciences. Material and methods: 135 teachers were evaluated. The research was cross-sectional descriptive, developed in 2015. A questionnaire
was used whose validity was obtained by expert judgment
and its reliability through a pilot test. For the comparison of the study variables, the statistical tests of U. Mann Withney and
Kruskal Wallis with a significance of 5% were used. Results:
The level of scientific literacy was regular
(45.9%). Teachers need a high perception of their knowledge of information search with digital tools. 25.9% indicated that they learned
to seek information in university classes and 25.9% are self-taught. 34.8% search for information on Google. 38.5% seek scientific information to prepare their classes or presentations. Significant differences were found by
sex, by generation and by profession, but not, by
academic degree, by specialty and by year of graduation.
Conclusion: It is concluded that
university professors of Health Sciences have a level of regular scientific literacy, recommending training and updating
programs.
Key words: Higher education, Scientific
literacy, University teaching (Fuente: MeSH)
1
Cirujano Dentista. Maestra en Estomatología, Universidad San
Martín de Porres. Chiclayo. Perú, Correo electrónico. belucastilloc@gmail.com
El proceso evolutivo de la alfabetización ha dado
un giro en los últimos tiempos, reconociendo el rol que cumple la información
en la sociedad contemporánea, convirtiéndose en una prioridad básica adquirir
conocimientos sobre recursos tecnológicos disponibles para poder así acceder a
una información de calidad en forma inmediata. (1) (2)
Por ello, la Unesco, la American Library Association Committee on Information Literacy (ALA) y la
reunión de Expertos de Alfabetización Informacional en Praga (2003) concuerdan
en que “la alfabetización informacional comprende el conocimiento, necesidades
y la habilidad para identificar, localizar, evaluar, organizar, crear, utilizar
y comunicar información eficazmente para enfrentar aspectos o problemas, es un
prerrequisito para participar eficazmente en la Sociedad de la Información y es
parte de los derechos básicos de la humanidad para un aprendizaje de por vida”.
(3)(4) (5)
En décadas pasadas se consideraba que
con concluir los estudios universitarios era la base para asegurar el éxito, la
estabilidad laboral y el estatus profesional y social, sin embargo, en la llamada
la Sociedad del Conocimiento o de la Información del siglo XXI, el panorama ha
cambiado, se requiere que los perfiles profesionales permanezcan en constante
perfeccionamiento y actualización, por lo que resulta imprescindible fomentar
la formación continua, que enfoca al uso de plataformas digitales condicionando
la validez de ciertas disciplinas metodologías y saberes. (6) (7)
Como consecuencia de ello, se ha producido el
cambio en los conceptos de enseñanza y aprendizaje donde se emplean nuevas estrategias
de instrucción por medio del uso de herramientas digitales para facilitar
ambientes que faciliten el aprendizaje y el acceso a la información; sin embargo,
esto debe estar de la mano con la alfabetización científica en las
universidades. (10) (9) (11) En esta época tecnológica, los estudiantes
universitarios han cambiado sus hábitos de aprendizaje con respecto a las
décadas anteriores; tienen como característica principal, el haber crecido
rodeados de tecnología, comprenden y se les hace accesible de modo innato el
uso del internet, los video juegos, los celulares entre otros, lo que les
permite poseer habilidades en el uso de entornos digitales, que lo que marca la
diferencia con las generaciones anteriores; mientras que los docentes
universitarios en su mayoría son inmigrantes digitales que se han adaptado y
han aprendido a usar las nuevas tecnologías, pero que han recibido educación
tradicional. (12) (9)
Estas diferencias obligan a
revisar y proponer un nuevo perfil de los docentes no solo de educación
superior; puesto que en su rol de educadores no solo basta conocer y dominar
las herramientas digitales, sino que también es importante evaluar y utilizar
éticamente la información obtenida, así como transformar la información en
conocimiento, para luego ser compartida con el estudiante en los procesos de
aprendizaje y enseñanza.
(1) (5) (7) (8) (9) Existe la necesidad modificar
las competencias de los docentes, promoviendo un cambio en la metodología de la
enseñanza, donde la comunicación de los conocimientos debe incorporar el
lenguaje y estilo de aprendizaje tomando en consideración las características
propias de esta nueva generación, debido a la interacción continua con los
medios digitales, lo que conlleva a que la educación superior deba modificarse.
(12) (9) (13)
En ciencias de la salud la
alfabetización científica cobra importancia, ya que las pautas para mejorar
diagnósticos y tratamientos se basan en evidencia científica, siendo la
globalización de la información mediática por medio del internet lo que facilita
su uso. (14) (15) (16)
De acuerdo con la UNESCO, se define alfabetización
para la salud como: “…una herramienta crucial en el desarrollo de la salud y el
bienestar para todas las personas. En los profesionales de la salud el acceso a
las investigaciones actuales y a la mejor práctica conlleva a prestar servicios
de calidad”. (3) Donde se manifiesta la importancia del uso adecuado de la
información en este contexto: “Las ciencias biomédicas incluyen diversas
disciplinas científicas que tienen como objeto de estudio al ser humano y su
estado de salud. En estas áreas se produce un cúmulo enorme de información que
requiere almacenarse, gestionarse y utilizarse y que sirve de base para la toma
de decisiones a diferentes instancias, tanto la profesional como aquellas que
pueden efectuarse a nivel individual, relacionadas con la salud de cada persona”.
(17) (5) (18)
Bajo este contexto, y conociendo la
realidad de que la información de las redes no necesariamente reporta
información de calidad, sino también aquella que no cuenta este rigor
científico; por lo que la alfabetización de la información científica busca que
el profesional de la salud no solo sepa dónde buscar, sino como hacerlo de
manera eficaz y eficiente, para encontrar información fidedigna y de calidad
para que esta pueda ser analizada bajo estándares científicos, lo que llevara a
su proceso e interiorización y finalmente crear nuevo conocimiento o compartir
el adquirido. Según los estudios de Alonso (19), la
población estudiada no fue capaz de discriminar información científica de
calidad de la información tóxica y la pseudociencia.
(20)
Con ello, se pone en manifiesto la necesidad de aplicar estrategias
que mejoren las competencias en el área de la alfabetización informacional en el área de la
salud en las universidades, debido al rol3 preponderante que cumplen en la formación de futuros profesionales, por
lo que la ausencia o presencia de materias mejorará las habilidades en el
futuro profesional de la salud. La preparación debe estar orientada a que los
nuevos profesionales dominen los conocimientos propios de su área mediados por
el uso de las tecnologías, y el correcto análisis de estas, bajo la premisa que
no toda la información es valedera o científica. (7) (9) (16) (16) (20)
Al haberse reportado pocos estudios que miden el
nivel de alfabetización en información científica de los docentes de pregrado
en las carreras de salud; fue primordial evaluar y generar indicadores que
permitan su medición para contribuir con la mejora de la calidad educativa en
salud basada en evidencia científica y que a la vez sirvan de punto de partida
para realizar estudios de investigación y así generar mejoras en las políticas
de enseñanza que estén acorde a las necesidades del nuevo milenio en lo que se
refiere a manejo de la información científica a nivel de educación superior.
Por lo expuesto, el propósito del presente estudio fue determinar
el nivel de alfabetización científica de los
docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Señor de
Sipán, en el periodo 2015-I.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se llevó a cabo en la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad Señor de Sipán en el periodo 2015-I, el
diseño metodológico fue prospectivo, transversal, descriptivo y observacional.
La población estuvo constituida por los docentes de pregrado. Dentro de los
criterios de inclusión se tuvo en cuenta: Docente contratado en el semestre
2015-I, con carrera a fin al área de salud; en los criterios de exclusión se
tuvo en consideración al docente que no aceptó participar en la investigación;
en los criterios de eliminación se consideró al docente que no completo el
cuestionario. Se evaluó al total de la población, que estuvo constituida por
151 docentes
Se utilizó un cuestionario elaborado por el
investigador, se validó el contenido a juicio de expertos, se les aplico el
Coeficiente de Conocimiento o Información (Kc) para corroborar que los
profesionales cumplieran con las competencias necesarias, obteniendo un promedio
de competencia alta en todos los expertos. La validez de contenido del
cuestionario obtuvo mediante la prueba estadística V de Aiken,
haciendo uso de las valoraciones obtenidas
de los 07 expertos. Todos los ítems mostraron
contenido válido para la construcción general del cuestionario (p<0.01), con
coeficientes superiores a 0.943. Para la confiabilidad se realizó un estudio
piloto con 20 docentes de pregrado en ciencias de la salud para determinar el
tiempo requerido, la claridad de las instrucciones, la adecuación del
vocabulario, el nivel de lectura y la disposición del material escrito de
acuerdo a los establecidos. Se aplicó la
fórmula del coeficiente KR- 20 para 20 de las 24 preguntas dicotómicas que van
a ser valoradas, se obtuvo una confiabilidad muy alta con valor p de 0.860.
Para la recolección de datos se ubicó a cada
docente en sus respectivos lugares de labores y se les explicó en qué consistía
la investigación. Se les hizo entrega del consentimiento informado el cual fue
debidamente llenado, se les entrego el cuestionario anónimo con las
indicaciones debidas para su correcto llenado. El cuestionario fue resuelto en
un tiempo promedio de 20 minutos.
Los datos recolectados fueron procesados en el
programa estadístico Stata V. 13 (StataCorp
LP, Texas, Usa). Se calcularon las frecuencias absolutas y relativas de las
características relacionadas al nivel de alfabetización, así como las medias,
desviaciones estándar, valores mínimos y máximos y medianas de puntuaciones. El
nivel de alfabetización científica se comparó con las puntuaciones de cada covariable empleando las pruebas estadísticas Kruskal
Wallis, para tres grupos a más y U Mann-Whitney, para dos grupos de comparación
y como post hoc. Se consideró un nivel de significancia del 5%.
Para la ejecución de la presente investigación, se
siguió los principios de la Declaración de Helsinki II, adoptada por la 64º
Asamblea Médica Mundial, en Brasil, octubre 2013.
RESULTADOS
La población estuvo constituida por 151 docentes,
de los cuales 135 pasaron los criterios de selección establecidos, quedando
conformado de la siguiente manera: Escuela de enfermería se evaluaron 62
docentes, Escuela de Estomatología 54 docentes y Escuela de Medicina 19
docentes.
De los 135 docentes encuestados, el 54,8% fueron
mujeres y el 45,2% varones. En relación a la edad entre los 25 y los 58 años
con una edad promedio de 40,1 años (SD 8,33). Con respecto a la Generación a la
que pertenecen por edad, el 50,4% pertenece a la Generación X (39 a 51 años),
40% a la Generación Y (38 a 24 años) y el 9,6% a la Generación Jones (52 a 61
años). Según el grado académico: el 61,5% son magíster, 31,1% Bachilleres y
7,4% Doctores. Según otros estudios de posgrado el 55,6% no tienen
especialidad, mientras que el 44,4% son especialistas. Según el año de egreso
del último grado académico el 66,67% lo hizo desde el 2011 en adelante, el
23,70% entre el 2001 y el 2010 y el 9,63% antes del 2000.
Se observó que el nivel alcanzado es de regular en
un 55% (Gráfico 1), a pesar de que los docentes indican que tienen una buena
autopercepción de sus competencias de búsquedas en un 48,9%, las cuales fueron
aprendidas en el ámbito universitario de pregrado en un 37%, esta información
fue obtenida en Google, y se utiliza para la elaboración de clases y ponencias
en un 38,5%. (Tabla 1)
Grafico
1. Nivel de alfabetización científica en docentes universitarios de Ciencias de
la salud
0%
|
Malo |
|
Bueno |
3% |
Deficiente |
10% |
|
|
|
32% |
|
|
|
Regular
55%
Malo |
Deficiente |
Regular |
Bueno |
Excelente |
Fuente:
Datos obtenidos por el autor
A pesar de los datos obtenidos, se observa que los
docentes no saben dónde se encuentra la información actualizada en un 52,60%,
en su mayoría indica que descarga artículos completos, así como abstract y sobre todo desconocen en un 89,6% como hacer
búsquedas completas en PubMed. A esto se suma que desconocen el uso de tesauros
en un 67.7%, ni el uso de operadores booleanos en un 86.7%. Poniendo en
evidencia la falta de alfabetización para una búsqueda adecuada de información
científica. Para el análisis de la información científica obtenida, desconoce
la existencia de los niveles de evidencia científica en un 62,20%, ni los
sesgos de un ensayo clínico en un 83.7%, a pesar de conocer que existen guías
para evaluar la calidad del contenido en un 71.1% y la calidad de la
publicación científica en un 77.8% (Tabla 1)
Tabla 1.
Hábitos de búsqueda de información científica
|
Variable |
Frecuencia (n) |
Porcentaje (%) |
|
|
|
|
|
Autopercepción buena |
66 |
48.90% |
Hábitos
de búsqueda |
|
|
|
Aprendió a buscar información
en clases de |
50 |
37.00% |
|
|
pregrado |
||
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Busca información en Google |
47 |
34.80% |
||
|
|
|
|
|
|
Busca información para clases o
ponencias |
52 |
38.50% |
|
|
|
|
|
|
|
No sabe dónde se encuentra
información |
64 |
52.60% |
|
|
actual |
|||
|
|
|
||
|
|
|
|
|
Necesidad de búsqueda de |
Descarga artículos a texto
completo |
115 |
85.20% |
|
información científica |
|
|
|
|
Descarga abstract |
87 |
64.40% |
||
|
|
|
|
|
|
Desconoce cómo hacer búsqueda
completa |
121 |
89.60% |
|
|
en PUBMED |
|||
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
No conoce la definición de
tesauros |
90 |
67.70% |
|
|
|
|
|
|
|
Conoce el uso de búsquedas
avanzadas |
87 |
64.40% |
|
|
|
|
|
|
Estrategias de búsqueda |
Conoce sobre bases de datos |
81 |
60.00% |
|
de información |
|
|
|
|
Desconoce uso de operadores
booleanos |
117 |
86.70% |
||
|
|
|
|
|
|
Desconoce el beneficio de
búsqueda con |
112 |
75.60% |
|
|
operadores booleanos |
|||
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Desconoce niveles de evidencia
científica |
84 |
62.20% |
|
|
|
|
|
|
|
Desconoce los sesgos en un
ensayo clínico |
113 |
83.70% |
|
|
|
|
|
|
Análisis de la información |
Conoce las guías de evaluación
de |
96 |
71.10% |
|
|
contenido de texto científico |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Conoce las guías de evaluación
de calidad |
105 |
77.80% |
|
|
publicación de texto científico |
|||
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Conoce el concepto de open data |
92 |
68.10% |
|
|
|
|
|
|
|
Conoce lugares de difusión
masiva de |
85 |
63.00% |
|
|
artículos |
|||
|
|
|
||
|
|
|
|
|
Criterios para compartir |
No conoce los medios digitales
para |
93 |
68.90% |
|
información |
compartir información |
|||
|
|
|||
|
|
|
|
|
|
Conoce los criterios para
publicar artículos |
65 |
48.10% |
|
|
|
|
|
|
|
Conoce los medios digitales
para compartir |
102 |
75.60% |
|
|
presentaciones |
|||
|
|
|
Fuente:
Datos obtenidos por el autor
Comparando los resultados por grupos, las mujeres
tienen una mejor puntuación con 12.38, la Generación Y con 11.7; los
odontólogos con 12.16, los bachilleres con 11.48, y los que no cuentan con
especialidad con un 10.93; todos estos grupos presentan una significancia
estadística en sus resultados. Aunque tenemos que tener en cuenta que la
puntuación máxima del cuestionario era de 20 puntos. Observamos entonces, que
existe un nivel bajo en alfabetización científica, que no estaría acorde con la
percepción que tiene el docente de sus competencias. (Tabla 2)
Tabla 2: Resumen
de puntuaciones
|
Variable |
Media |
DE |
p* |
Estadístico |
|
|
|
|
|
|
|
|
Sexo |
|
Hombre |
9.55 |
3.06 |
0.001 |
|
|
|
|
|
|
||
|
Mujer |
12.38 |
2.45 |
U Mann-Whitney |
||
|
|
|
||||
|
|
|
|
|
|
|
Generación |
|
Generación Y |
11.70 |
2.91 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Generación X |
10.44 |
3.29 |
0.008 |
Kruskal Wallis |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Generación Jones |
9.23 |
2.01 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Odontólogo |
12.16 |
2.58 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Medico |
12.00 |
3.27 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Enfermera |
9.68 |
2.93 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Profesión |
|
Biólogo |
9.63 |
3.02 |
0.001 |
Kruskal Wallis |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Microbiólogo |
12.00 |
2.16 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Nutricionista |
5.00 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Psicólogo |
4.00 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Bachiller |
11.48 |
2.62 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Grado |
|
Magister |
10.58 |
3.16 |
0.3 |
Kruskal Wallis |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Doctor |
10.20 |
4.49 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Especialidad |
|
Con especialidad |
10.75 |
3.17 |
0.674 |
U
Mann-Whitney |
|
|
|
|
|||
|
Sin especialidad |
10.93 |
3.1 |
|||
|
|
|
|
|||
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Hasta el 2000 |
10.77 |
1.92 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Año de egreso |
2001 - 2010 |
10.53 |
3.29 |
0.657 |
Kruskal Wallis |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
2011 al 2015 |
10.94 |
3.22 |
|
|
Fuente:
Datos obtenidos por el autor
DISCUSIÓN
En base en los resultados, se observó que los
docentes de pregrado en ciencias de la Salud, tienen en su mayoría, un nivel de
alfabetización científica entre regular y deficiente, concordando con los
estudios de Campana (20), García (16), Espinoza (21) y Rangel (8). Lo que
indica que las competencias que debe tener un docente universitario en
alfabetización en información científica no se están cumpliendo. Esto se
contradice con la apreciación entre bueno y excelente que tiene el docente de
sus capacidades de búsqueda de información, esta percepción concuerda con los
estudios de Fernández (22), (13), Rangel (8) pero discrepa con los estudios de
Gonzales (23) donde los docentes no se consideraban preparados para búsquedas
de información en herramientas digitales.
EL motor de búsqueda usado el
Google, resultado que concuerda con los estudios de Gonzales (23) y Fernández
(22) Espinoza, (21) donde la mayoría desconoce las herramientas ideales para
obtener información científica. Este resultado puede deberse al tipo de
formación recibida, que por lo general se centra en el aspecto técnico de las
herramientas digitales más no en el uso didáctico, (17) la integración en su vida
cotidiana se
basa en el desarrollo de conocimientos personales y
si se requiere de forma ocasional para mejorar la práctica docente. A pesar de
que la mayoría aprendió a usar las herramientas digitales en forma autodidacta
y en clases universitarias, lo que concuerda con los trabajos de García, (24),
Fernández (22), Gonzáles (23), García (16) e Ivanistkaya
(25) y Tarango (26), se evidencia que estas
capacitaciones habrían sido insuficientes.
El tiempo que empleado para buscar información fue
entre 2 y 8 horas a la semana, lo que concuerda con Salazar (27) y Rodríguez,
(10) lo que no indica necesariamente eficacia en la búsqueda de información,
puesto que se puede deber al poco conocimiento de herramientas de búsqueda
efectivas, según lo confirma los estudios de Rodríguez (10) y Campana (20)
donde los docentes después de haber sido capacitados en un programa de
integración de la universidad, solo requirieron de dos horas en promedio para
encontrar información de calidad. Confirmándose con los resultados obtenidos,
donde los docentes desconocen cómo hacer una búsqueda completa en Pubmed, asi como el uso de
Tesauros como Desch y Mesh
que son facilitadores en la búsqueda de información, mientras que en los
resultados de Tarango, (26) Salazar (27) y García
(24) indican conocerlos, pero no usarlos.
En el estudio de Tarango
(26), los profesionales que no ejercen la docencia casi nunca usan las
herramientas digitales excepto si están haciendo cursos de especialidad o para
revisar correos, recurriendo sobre todo a literatura propia o a la biblioteca;
mientras que los docentes las usan para elaborar clases o ponencias lo que
concuerda con la investigación de Fernández (22), García (24) y Rodríguez. (10)
La UNESCO (3) establece que los docentes deben
tener la capacidad de brindar enseñanzas apoyadas en la tecnología, por lo que
las universidades deben integrar en su programas de capacitación docente, no
solo temas sobre el manejo de las TIC como medio para disponer de información
científica y sino también alfabetizarlo para que tengan las competencias
necesarias para poder obtener información verdadera y valida, debido al
creciente número de información toxica que se encuentra en disponible en
internet y que puede ser perjudicial para el conocimiento tanto del profesional
de la salud, como para el alumno y la población en general si no es tratada
correctamente como lo indica Alonso. (19) (22) (13)
Los avances tecnológicos se
iniciaron en los años 70 e iniciaron su apogeo en los años 90, por lo que se
consideró la división no por rango de edad sino por generación tecnológica por
el auge del internet en el tema de investigación científica, (28) se observó
que existe mejor dominio de las herramientas digitales en la Generación Y que son individuos entre
los 24 a 38 años, conocidos como nativos digitales, esta generación gozo del
uso del internet desde
muy temprana edad por lo que este entorno digital
es mucho más amigable y conocido para ellos. (12) La Generación X son los individuos de 39 a 51 años conocidos como los
inmigrantes digitales, ellos adoptaron en su adolescencia los avances
tecnológicos y los interiorizaron como propias, mientras más cercanos a la Generación Y, el uso de las tecnologías
es más amplio y sencillo para ellos. (12) La Generación Jones que comprende a los individuos de 52 a 60 años son
lo que obtuvieron los resultados más bajos en el nivel de alfabetización en
información científica y los que menos conocen del uso de herramientas
digitales, resultado que concuerda con los estudios de Rodríguez, (10) esto
puede deberse a que individuo de esta Generación no se encuentran inmersos
dentro del mundo digital en el cual vivimos, como lo demuestra estudios de
Rueda, (29) Hernando, (30) Sevilla, (31) y Martillo (32) sobre la inserción del
adulto mayor en la era digital y los esfuerzos de los países para alfabetizar a
esta población, así como de la dificultad de los adultos mayores en el uso de
tecnologías digitales cambiantes rápidamente, donde no terminan de aprender su
uso y el entorno ya están siendo modificado.
No se encontraron diferencia significativa con
respecto a la alfabetización en información científica y el grado académico,
concordando con los estudios de Rodríguez. (10) Lo que nos lleva a inferir, que
los programas de alfabetización en las universidades o son ineficientes o están
ausentes, enfocándose en el manejo de la herramienta digital más no en la forma
adecuada de hallar información de calidad.
Si bien es cierto se usan las herramientas
digitales indicando que existe alfabetización digital, esta es ineficiente en
el análisis de la información obtenida, esto puede deberse a que se da énfasis
al uso de los entornos digitales más no a la calidad de la información
recolectada; según los estudios de Alonso
(19)
e Ivanistkaya
(25) en ambos la población estudiada no fue capaz de discriminar información
científica de calidad de la información tóxica y la pseudociencia.
En la actualidad los artículos científicos están
disponibles en la red, ya sea en bases indexadas o en motores de búsquedas más
simples como por ejemplo Google Académico, a pesar de que la mayoría de los
docentes encuestados considera de importancia capacitarse para usar las
herramientas en forma más efectiva, no existe un interés real en llevar cursos
de alfabetización en científica.
La elaboración de indicadores con
competencias mínimas que debería tener un docente en ciencias de la salud, va a
servir como referencia para comparar la realidad de las habilidades de los
docentes evaluados para así caracterizar y entender plenamente en que condición
de alfabetos digitales se encuentran.
Los resultados obtenidos abren la puerta a una
amplia gama de estudios en la misma línea de investigación, entre las que
destacan: estudios cualitativos que permitan conocer a profundidad la realidad del conocimiento no solo de los docentes sino también de los
estudiantes en lo que se refiere
a alfabetización científica. Así mismo, al someter
al instrumento a validaciones exhaustivas en todo nivel, va a permitir contar con una herramienta efectiva para determinar
el nivel de Alfabetización en información científica en la
población académica en general, lo que ampliará la validez externa de los
resultados.
CONCLUSIONES
Concluyendo que la alfabetización científica de los
docentes de ciencias de la salud es regular en más de la mitad de la población y es deficiente en una tercera parte de
ella, por lo que se requieren implementar estrategias tanto a docentes como
alumnos para mejorar estos resultados.
Además, la presente investigación constituye la
apertura de una importante línea de investigación dentro del campo de las
practicas basadas en la evidencia científica, ya que diagnostica mediante la información
recolectada el nivel alfabetización en información científica de los docentes,
así como los hábitos y puntos deficientes, para así implementar estrategias
para la mejora en el ámbito profesional.
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CORRESPONDENCIA:
Fecha de
recepción: 30 mayo 2019